Los ácidos grasos Omega-3, principalmente el ácido Eicosapentaenoico EPA, es capaz de inhibir la activación de ciertos genes causantes de esta respuesta alterada del sistema inmunológico.

Por ejemplo, en un estudio, a pacientes con cáncer de páncreas, se les proporcionó 1 gramo al día de EPA (95% puro) incrementado a 6 gramos al día en el transcurso 4 semanas, y posteriormente esa dosis estable por 12 semanas más y se observó una estabilización en la pérdida de peso. Por otro lado, se ha relacionado una cantidad menor de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 en sangre en las personas con menor cantidad de masa muscular.

Asimismo, se ha observado que la suplementación de EPA mejora la respuesta del tumor al tratamiento antineoplásico, disminuyendo al mismo tiempo los (flecha hacia abajo) efectos adversos de la quimioterapia. Los ácidos grasos omega-3 inhiben la angiogénesis, lo que suprime la provisión de nutrimentos hacia las células y con esto el crecimiento tumoral.

OMEGA 3 para desnutrición y Dieta en el tratamiento del cáncer
El Omega 3 cómo fuente de apoyo en la dieta para el cáncer
La desnutrición a causa del cáncer se ve frenada por el consumo de "EPA" (ácido Eicosapentaenoico | Omega 3)

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