Las playas están a rebosar de turistas, pero también de vendedores ambulantes que ofrecen sombrillas, masajes, tatuajes, mojitos, cervezas y otros muchos productos alimentarios que no pasan ningún tipo de control sanitario.
En los 420 metros que ocupa la Barceloneta, en Barcelona, contamos más de un centenar de vendedores ilegales. El bombardeo es constante y los comerciantes y restauradores de la zona denuncian que se trata de una competencia desleal. La Guardia Urbana, por su parte, realiza patrullajes por la arena para sancionarles y requisarles los productos que venden sin ningún tipo de autorización.
Pero, ¿quién está detrás de estos vendedores pirata? ¿Trabajan para mafias? ¿Hay riesgo para la salud en el caso de que consumamos los productos que comercializan? En el siguiente reportaje os contamos todos los detalles.

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