La Argentina bajo la presidencia de Javier Milei ha experimentado transformaciones económicas significativas, con resultados ya visibles. Uno de los logros más destacados ha sido la reducción de la inflación mensual, que descendió de un alarmante 25% en diciembre de 2023 a un 2,7% en octubre de 2024, alcanzando su nivel más bajo en tres años.
Este cambio ha brindado un respiro a una economía que llevaba años afectada por la inestabilidad de precios.
Sin embargo, las medidas de ajuste implementadas han tenido repercusiones en la economía real. Las políticas de austeridad, que incluyeron la eliminación de ministerios y programas estatales, resultaron en una reducción del gasto público del 44% al 32% del PIB.
Estas acciones condujeron a una contracción económica, con una caída del PIB estimada en un 2,5% durante el primer año de gestión.
Milei ha defendido estos sacrificios como necesarios para establecer las bases de un crecimiento sostenible en el futuro.
Paralelamente, las reformas fiscales y la apertura económica buscan liberar el potencial productivo del país. La eliminación de impuestos considerados excesivos pretende atraer inversiones y revitalizar sectores clave de la economía. El gobierno proyecta que, tras la estabilización, el PIB retomará una senda de crecimiento vigorosa, impulsado por un entorno más competitivo y eficiente.
No obstante, es importante señalar que, a pesar de estos avances, la pobreza ha aumentado, afectando al 55% de la población, lo que indica que aún persisten desafíos significativos por abordar.
