La industria automotriz es sumamente complicada. Los proveedores de esta industria juegan ciertas reglas marcadas por el fabricante, la más importante es el: “Just in time”, es decir, que se produzca solo lo necesario en el momento necesario. Esta empresa debe tratar de mantener sus costos bajos y está acostumbrada a fabricar bajo demanda.
Los semiconductores son propiedades de algunos materiales que en algunas condiciones serán conductores y en otras aislantes. El material base de un microchip son los transistores y son fundamentales en esta industria. Actualmente, Taiwán es el rey de la manufactura de microchips.
Un auto cuenta con microchips en todos lados y son sumamente importantes para su funcionamiento. En términos económicos esto significa que, hoy en día, el costo por auto es de unos 500 dólares en materia de chips. Sin embargo, actualmente se están poniendo en cuestión los ritmos de trabajo y los esquemas de procesos en la industria automotriz.
La industria automotriz debe cumplir con el modelo de las tres “A”: súper agilidad, es decir, la detección de cambios en el ambiente y una respuesta rápida; adaptabilidad arquitectónica, es decir, los ajustes estructurales en la estrategia de cadena; y alineación del ecosistema, es decir, la alineación entre comprador y vendedor.
Debido a todos los cambios, esta industria debe tener mayor visibilidad, interconexión, resiliencia y digitalización para sobrevivir.
