Un año más, fiel a la tradición en el Lunes de Pentecostés, el Cristo del Sahúco ha sido traído desde su santuario en la pedanía del Sahúco hasta las Peñas de San Pedro.
Este Cristo es uno de los que más devotos tiene en la provincia y en sus alrededores, y así se ha demostrado con las miles de personas que han acudido acompañarlo en la romería y a recibirlo a su llegada. Esta tradición tiene más de 200 años, pero sigue más viva que nunca, ya que cada año se unen nuevos adeptos.
Son muchos los hombres y mujeres que cada año acuden a esta cita, unos lo hacen por tradición familiar, otros por devoción, también por promesas o por recordar a los que ya no están.
Los encargados de llevar en este viaje la imagen del Cristo son conocidos como andarines. Pasadas las seis de la tarde ya estaban vestidos de blanco y enfajados, tal como manda la tradición.
Tras finalizar la procesión que ha llevado al Cristo del Sahúco hasta el punto de salida y guardarlo en su caja para protegerlo durante el recorrido, José Ángel Ruiz, Santero del Cristo, ha repasado los últimos detalles para que no fallara nada durante la romería.
La romería transita 14 kilómetros, durante los que se hacen tres paradas, y donde el mejor aliento es la devoción y el ánimo de los asistentes.
Devoción, ilusión y esfuerzo convierten el día del Cristo del Sahuco en una tradición única que como ha comentado Antonio Serrano, Alcalde de Peñas de San Pedro, quieren que se declare de Interés Turístico Nacional.
Además, el sector turístico supone un fuerte dinamizador de la economía como señala Javier Cuenca, Delgado de la Junta de Comunidades en Albacete.
Este año las Peñas de San Pedro se han puesto de gala para recibir al Cristo, pues a su llegada han sonado por primera vez las nuevas campanas de la Iglesia, donde estará hasta el próximo 28 de agosto.

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