El gobierno de Letonia ha derrumbado una torre soviética de 80 metros, localizada en la plaza de la Victoria de Riga. El monumento servía como homenaje a la victoria del ejército Rojo sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial y se construyó en 1985.
Con la independencia del país en 1991, y posteriormente con el ingreso de Letonia en la OTAN, el monumento comenzó a ser motivo de polémica en el país. Finalmente, a consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, el Parlamento votó por su demolición.
En Letonia hay cerca de un 24% de población eslava que se oponía a su destrucción. Durante el momento del derrumbe, algunos de ellos protestaron, aunque sin provocar altercados significativos. Eso sí, las autoridades detuvieron a cuatro personas. Otros ciudadanos, que portaban banderas letonas aplaudieron la caída de la torre, que provocó una gran elevación del agua del estanque de la plaza de la Victoria, donde los eslavos celebraban cada año el día de la Victoria de Rusia.
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