El homicidio de Valentina Cancela conmocionó al país. Su expareja, un joven menor de edad, en primera instancia declaró a las autoridades que ella había decidido quedarse en la playa cuando él decidió irse. Ya era de conocimiento de las autoridades que el joven tenía tres denuncias por situaciones de violencia que había realizado la mamá de la víctima.
Sobre la tarde del miércoles la búsqueda se intensificó en la zona de la playa con personal policial y de prefectura. Una de las claves de la investigación fue el dron que constató un movimiento extraño en la arena, lugar donde estaba enterrada la mochila de Valentina, a unos 15 centímetros de la superficie.
Luego de ese hallazgo, las autoridades allanaron la casa de su expareja y detuvieron al adolesente de 17 años. Esto fue el punto de quiebre del caso, porque al ser interrogado nuevamente confesó el crimen de Valentina.
El joven fue trasladado hacia la playa y le indicó a las autoridades enterró el cuerpo en un médano de la playa.
El adolescente quedó detenido y pasó a estar bajo el cuidado del INAU. Al ser menor de edad la ley marca que tiene que quedar en una dependencia del INISA, pero solo hay infraestructura en los departamentos de Montevideo, Canelones y Lavalleja.
En este sentido el adolescente tuvo que ser trasladado hacia la capital del país.
