He aquí el punto de colisión perfecto entre la salud y la economía. Los extranjeros que llegan a España tendrán que estar en cuarentena durante catorce días. Otros países como Italia, Alemania, Francia o Reino Unido están poniendo en marcha medidas similares. Tiene toda la lógica desde el punto de vista sanitario; si se blindan los caminos interiores para evitar la propagación del coronavirus es natural que se cierren las puertas exteriores.
Osea, que hablamos de un principio lógico pero con un alto precio. Para el sector turístico en especial es un cierre de persiana hasta nueva orden: nadie va a venir de vacaciones para encerrarse dos semanas en la habitación de un hotel. Y digo bien, en la habitación, porque recuerdo que en esos establecimientos no está autorizado el uso de los espacios comunes.
