El discurso inspirador de DENIS WAITLEY que te hará imparable. ¡NO TEMAS! CONFÍA EN EL TIEMPO DE DIOS
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No tendrás eso que pides en tus oraciones ni podrás tener todo lo que quieres porque tu propia petición es una declaración de carencia, y el que digas que quieres algo sólo funciona para producir o mantener exactamente esa experiencia en tu vida, querer o falta de algo. La oración correcta, por tanto, nunca es una oración de súplica, sino una oración de gratitud. Cuando le agradeces a Dios por adelantado eso que eliges experimentar en tu realidad, reconoces en efecto que está ahí… efectivamente.
La gratitud es entonces la declaración más poderosa para Dios, una afirmación que responde incluso antes de que te preguntes si llegará realmente a tu vida.
