La dictadura secuestró en el mes de agosto a cuatro nuevas presas políticas, a quienes mantiene recluidas en el Sistema Penitenciario para Mujeres La Esperanza.
Las detenidas son Adela Espinoza, graduada de la confiscada Universidad Centroamericana, UCA; Gabriela Morales, estudiante de la cancelada Universidad Juan Pablo II; la estudiante de la UNI, Mayela Campos; y la socióloga y activista, Melba Hernández, secuestrada por la Policía orteguista el pasado 28 de agosto.

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