On Saturday 24th September, the Italian fashion house Salvatore Ferragamo held its Spring-Summer 2023 show at the Portrait Milan Hotel, a 17th-Century former seminary in Milan, a city that has long been the centre of Italian fashion – and, by extension, of world fashion. The central courtyard of the splendid baroque building was covered with a layer of sand dyed in the same vivid red colour that is now the Ferragamo house colour, and which also filled the arches around the courtyard. The contrast between the classical location and the bright modernity of the clothes on view could not have been sharper.
In the centre of the courtyard, also forming a clear contrast with the building, its red decor and the new fashion collection, stood a circle of GUIL lifters, eight ULK 500 towers holding the speaker system that provided the music as the models walked across the sand. The sober black towers formed a visual frame too, providing a focal point as the models followed the path through the centre of the circle from one side to the other of the courtyard. Discreet in colour, but at the same time a quietly strong, functional presence, the ULK 500s, like the clothes the models wore, were another reminder that, although we were in a 17th-Century seminary, this is very much the 21st Century.
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El sábado 24 de septiembre, la prestigiosa casa de moda italiana Salvatore Ferragamo presentó su colección Primavera Verano 2023 en una maravillosa ubicación, un antiguo seminario del siglo XVII en Milán, una ciudad que lleva mucho tiempo siendo el centro de la moda italiana y, por extensión, de la moda mundial. El patio central del espléndido edificio barroco se cubrió con una capa de arena teñida del mismo color rojo intenso, que es ahora el color de la casa Ferragamo, y que también llenaba los arcos porticados del patio. El contraste entre la ubicación clásica y la brillante modernidad de la ropa presentada no podría haber sido más espectacular.
En el centro del patio, formando un claro contraste con el edificio, la decoración roja y la nueva colección de la casa de moda italiana, se encontraba un círculo de elevadores GUIL, ocho torres modelo ULK 500 equipadas con sistemas Line Array que proporcionaba el sonido mientras las modelos desfilaban por un campo de arena roja. Las sobrias torres negras formaron un marco visual de gran impacto, proporcionando un punto focal mientras los modelos seguían el camino a través del centro del círculo de un lado al otro del patio. Discretos en color, pero al mismo tiempo con una presencia funcional y silenciosamente fuerte, las torres ULK 500, al igual que la ropa que usaban las modelos, fueron otro recordatorio de que, aunque estábamos en un palacio del siglo XVII, esto es en gran salto al siglo XXI.
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