Pontevedra, 16 feb (EFE).-(Imágenes: Josechu Ortiz) Consagradas pertenecientes a la extinta Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, entre ellas tres mujeres que están investigadas en la causa de los "miguelianos", han negado haber sufrido abusos sexuales por parte del líder de esta presunta secta, Miguel Rosendo da Silva, y han pedido su puesta en libertad.
En una rueda de prensa celebrada en Pontevedra, Marta Paz, Ivana Lima e Iria Quiñones han asegurado que "jamás" han mantenido ningún tipo de encuentro sexual con el fundador de la orden, disuelta por la Iglesia, y que tampoco han sido "vejadas, humilladas ni manipuladas psicológicamente" por su líder.
"Soy víctima y he sido violada en mi condición de mujer y de consagrada a Dios", ha explicado Marta Paz, pero no por el principal investigado en la causa, sino por los que han urdido este "montaje" contra un "padre inocente de familia" y con el único objetivo de "destruir la organización".
Las tres mujeres han denunciado que toda la causa parte de la denuncia presentada por el sacerdote Isaac de Vega, asistente eclesiástico de la orden, que fue la persona que alertó a las autoridades de los presuntos abusos sexuales y psicológicos por parte del líder de los "miguelianos", al que acusaba también de numerosas irregularidades económicas.
Arropadas por tres sacerdotes de la Iglesia Católica y una decena de antiguos miembros de la organización, las consagradas aseguraron que De Vega tramó una "trampa impresentable" contra Miguel Rosendo da Silva, en prisión provisional desde diciembre de 2014, "por afán de poder" y usando su condición de sacerdote "para difundir todo este montaje".
RECURSOS Y RUEDA DE PRENSA DE MARTA PAZ, IVANA LIMA E IRIA QUIÑONES, CONSAGRADAS DE LA ORDEN Y MANDATO DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL, Y DE JUAN LUIS CASTÓN, SACERDOTE.
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