En este año 2021 se conmemorará el aniversario 200 de la creación de la Armada de México. El 4 de octubre de 1821 se creó el Ministerio de Guerra y Marina, en ese entonces bajo el mando del teniente de navío Antonio de Medina, el 24 de abril de 1822, el Congreso informaba que se había producido la exitosa llegada de la goleta imperial de guerra “Iguala”, al puerto de Alvarado, Veracruz, misma que fue adquirida a los Estados Unidos de América siendo el primer buque de la Armada que enarboló el pabellón tricolor del México Independiente y con el que se inició la formación de la Marina de Guerra Nacional.
En la actualidad la Armada de México es el brazo armado y componente operativo de la Secretaría de Marina (Semar) por lo que es importante conocer las capacidades actuales de la institución que efectúa dos funciones la de Marina de Guerra y Guardia Costera.
El despliegue operativo que se muestra en este mapa, ejemplifica la manera en que a través del Concepto Operacional, la Armada de México emplea sus medios para ejercer los dos roles que desempeña: Guardia Costera y Marina de Guerra.
Como Marina de Guerra, la Armada de México debe proporcionar la primera línea de la defensa para disuadir a alguna fuerza extranjera que quiera intentar penetrar en territorio nacional y al mismo tiempo debe proyectar el poder marítimo nacional en altamar. Para esta tarea cuenta con una fragata clase Reformador y dos buques de guerra anfibia clase Papaloapan. El Reformador es uno de los buques más modernos y poderosos en Latinoamérica y lo mejor fue construido en México. Los buques de guerra anfibia son capaces de transportar 400 infantes de marina y hasta 500 toneladas de equipo. Comprados de segunda mano a Estados Unidos en el año 2002, estos buques que datan de 1969, todavía son claves en las capacidades navales mexicanas. Estas unidades de superficie son complementadas por seis aviones de patrulla marítima CN235MP que operan desde bases en la costa y cuentan con radares de vigilancia, es claro que esta parte de la Armada requiere continuar con la construcción naval de más patrullas oceánicas de largo alcance lo antes posible, por dos razones fundamentales la generación de empleos en México y el incrementar el poder naval.
