El gobierno se vanagloria de haber alcanzado un superávit en las cuentas luego de mucho tiempo de déficit público. Esto, según el ministro y el presidente, sería un puntal fundamental para el control de la inflación y, supuestamente, para empezar una senda de crecimiento. Pero esa promesa es, como ya escuchamos muchas veces los argentinos, puro humo. Como analizamos aquí, el superávit no se consigue por un ordenamiento virtuoso de variables o por una mejor performance económica, sino por la conjunción de un ajuste brutal con una recesión intensa, entre otros ítems. Es decir, este resultado se basa en una contracción fenomenal de la economía que no puede sostenerse en el tiempo. Veremos aquí la poca sustentabilidad de este esquema y las perspectivas poco halagüeñas de la economía argentina con este “ordenamiento”.
La riqueza de las naciones
Columna de economía de Damián Bil
¿Qué se esconde detrás del superávit fiscal?
#economía #argentina #superávit #historia #inflación #liberalismo #Milei #capitalismo #ajuste #crecimiento
