“Cuando llegué a mi casa, encontré un papelito que decía: ‘Te has librado de esta, cerda, pero vamos a por ti’. Lo firmaba la triple A”, recuerda Cristina Almeida (Badajoz, 1944). Sus compañeros del despacho laboralista acababan de morir asesinados en el atentado de Atocha aquel 24 de enero de 1977. Una fecha que se quedaría grabada en su memoria.
Un día desgraciado que tendría que revivir una y otra vez como abogada de la acusación en el juicio. “Nunca he superado aquel dolor... Creo que no hubiese sido necesario que perdieran sus vidas para que llegase la democracia”, reflexiona en el salón de su casa de Madrid, entre cientos de recuerdos.
En la entrevista, la abogada Cristina Almeida reflexiona sobre los grandes momentos que han marcado su vida y su trayectoria. Como la impronta feminista de su madre, que quiso abandonar Badajoz para que sus hijas pudiesen estudiar y prosperar, o su constante empeño por avanzar en la lucha por la memoria democrática. “Siempre he sido una optimista visceral porque me gusta mucho más sentir la felicidad que la tristeza”, explica en el vídeo.
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