Aunque la veterinaria es una profesión enfocada en el cuidado de los animales, para lograrlo se necesita desarrollar habilidades sociales que permitan al veterinario trabajar de forma organizada y empática. En este video te contamos algunas de estas habilidades.
Con frecuencia escuchamos decir, sobre todo, a los estudiantes de primeros semestres o a las personas que tienen cierto interés en estudiar medicina veterinaria que quieren estudiar y convertirse en veterinarios porque, si bien se sienten apasionados por los animales y su cuidado, no sienten que puedan trabajar rodeados de personas y esto es una idea muy importante que queremos abordar, porque, para poder ser un buen veterinario, además de tener las habilidades técnicas y dominar los conocimientos científicos sobre la especie o especies de interés es imprescindible que aprendamos a relacionarnos y a trabajar con muchas otras personas.
Por eso, hoy queremos compartir algunas ideas que nos han servido en nuestros años de ejercicio profesional y que están encaminadas a fortalecer esas habilidades sociales que todo buen veterinario, independientemente del área en que se desempeñe, usa si quiere ser un mejor profesional.
1. Cada vez que tengas que hablar con un propietario de una mascota o animal de producción, recuerda mirarlo a los ojos. Este simple hecho denota respeto y postura. A veces estamos preocupados tratando de recolectar la mayor cantidad de información posible sobre nuestros pacientes y haciendo una anamnesis muy sólida, pero olvidamos mirar a la cara de las personas que tenemos al frente y esto es un error que debemos aprender a solucionar lo más rápido posible.
2. Recuerda que no tienes porque saber todo y de todas las especies, pero es tú responsabilidad pedir una segunda opinión o ayuda a tiempo y para esto es muy importante que tengas una lista de contactos de emergencia; es decir, una lista de tus amigos de confianza y colegas a los que puedes llamar en caso de que necesites apoyo en la valoración de un caso porque lo principal es la salud del paciente que estés atendiendo. Este punto es muy pero muy importante porque los mejores veterinario no temen preguntar pues entienden que esto no es sinónimo de debilidad, sino de valentía y respeto por el paciente y la profesión.
3. Cuando termines tu horario laboral, turno o guardia en el hospital donde trabajas recuerda cambiarte de ropa pues, posiblemente tu uniforme esté sucio de fluidos y no es responsable salir a otros lugares de esa forma.
4. Ten presente que tienes una licencia médica que cuidar y por lo tanto, no estás obligado a ceder a todas las propuestas que te hagan los propietarios de tus pacientes o a lo que observes estén haciendo los demás colegas. Tú tienes el criterio médico suficiente, y los principios necesarios para saber a qué decir “no”.
Por último, esperamos que estas ideas que compartimos te ayuden a ser un mejor veterinario si ya estás graduado y ejerciendo o para darte cuenta que como veterinarios no trabajamos solos sino que necesitamos hacer equipo con muchas otras personas para cumplir con nuestro propósito de cuidar y proteger la salud de los animales. Por eso si sabes de algún estudiante en sus primeros semestres o algún veterinario recién graduado al que le pueda servir esta información, ¡te agradecemos que se la compartas! y si tienes alguna duda o anécdota que contarnos, escríbenos.
Un saludo.
Mapa Animal (María Paula y Manuela)
Música
Tomada de YouTube. Lost lounge. Track tribe.
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