#DinastiaSoler #CineMexicano #mexico #cinedeoromexico #documentales
La época cumbre del cine de oro de México tuvo exponentes como Pedro Infante, Jorge Negrete, María Félix, Mario Moreno ‘Cantinflas’, Elsa Aguirre… pero, ninguno de ellos tuvo tanta influencia como La Dinastía Soler.
Sí, una familia que inició con una valenciana y un gallego, para luego convertirse en los reyes, indiscutibles, de la industria del entretenimiento en el país azteca. Entregaron su vida para hacerse de un nombre; no obstante, el último pilar del clan negó ser parte de esta familia y terminó dándoles en lo más profundo.
Fernando Luján, es considerado el último actor del cine de oro de México y fue quién prácticamente ‘enterró’ el linaje de su dinastía, ¿por qué? hoy te contamos la historia y los secretos detrás de este clan que inició en 1915 y se extendió con este actor que hoy vive alejado de las cámaras.
1898
Las raíces de esta dinastía de actores del cine nacional se encuentran en España. Sí, su madre la valenciana Irene Pavia Soler y su padre, el gallego Domingo Díaz García eran actores de teatro a finales del siglo XIX.
Como integrantes de la compañía teatral de Leopoldo Burón, llegaron a México en 1898, y tuvieron 10 hijos. Cada uno de ellos, naciendo en distintos lugares del país azteca y Estados Unidos.
Hay quienes afirman que Fernando, el mayor, era español pues nació en 1896, dos años antes de que sus padres arribaran a México; otros ubican su nacimiento en la gira, sea como sea, él siempre se dijo mexicano y su público así lo reconoce.
Pero, antes de que su apellido se volviera un linaje muy respetado, primero remontémonos a sus orígenes. La familia Díaz Pavía se estableció en México, pero el clima de inestabilidad política y social los ob - ligó a emigrar a los Estados Unidos. Es allí donde adoptan, artísticamente, el apellido materno y los 4 hermanos mayores forman: el Cuarteto Infantil Soler.
Cantaban, representaban pequeñas obras y hasta actos cómicos. Era una especie de show familiar que don Domingo Díaz, su esposa y sus 4 primeros hijos, montaban en diversas giras.
“Los Soler” se volvieron una marca en sus recorridos por Centroamérica y Sudamérica. Sus gestos y muecas, tenían a todos con la risa en la cara.
Con la experiencia que acumulaban en cada función y la disciplina de estudio impuesta por el padre, conquistaron Hollywood, ¿no lo sabías?, pues los directores se quedaron impresionados con Fernando e Irene y los contrataron para el film “The spanish jade” en 1915.
*Jugar con música de fondo e imágenes para darle respiro a los textos. Recordemos que en esta época no había entrevistas y películas menos .
1924
Luego de transitar por muchos países regresan a México para cimentar lo que habían iniciado sus padres. Un año antes, Fernando ya había formado en Cuba su propia compañía. Es decir, tenía en la mira hacer historia.
Fernando es considerado el “Mejor actor de habla hispana de todos los tiempos”. Sí, fue el primer Soler que trabajó muy duro para echar raíces en México.
Y “con esas muchas noches sin sueño”, montaba obras teatrales como lo hacían otras compañías de ese entonces, pero ¿sabes cómo lograron diferenciarse?, en 1929 decidieron romper ese esquema ibérico y adoptaron un tipo de pronunciación más familiar.
1930
Si bien lo suyo siempre fue el teatro, Fernando Soler, tuvo que sucumbir al cine, debido a que las producciones cinematográficas empezaron a proliferar, no obstante, todo fue experimental. Crear un estilo muy mexicano no fue nada fácil.
Así fue como arrancó esta aventura en el cine. Ese pequeño grupo de actores terminó haciendo papeles entre sí.
Fernando Soler representó una gran variedad de personajes característicos de la sociedad mexicana de clase media y alta de la época, tales como el padre moralista y autoritario.
El estafador de modales aristocráticos en “Al son de la marimba” o “Qué hombre tan simpático”. Su papel más importante fue la caracterización del ranchero autoritario Cruz Treviño Martínez de la Garza en La oveja negra de 1949.
Esta escena habría marcado un enfrentamiento fuera de escena entre Fernando y Pedro Infante, y es que, el intérprete de ‘Amorcito corazón’ vio su ego humillado ante la sumisión del papel.
De esa querida película del cine mexicano seguiría su secuela “No desearás a la mujer de tu hijo”.
Su interpretación cumbre le valió ganar el Ariel a Mejor Actor en 1951, además presidió la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas. 105 películas, 4 documentales, 1 telenovela, 23 film dirigidos, 4 producidos y 15 donde se involucró como guionista y argumentista. Una carrera llena de logros.
En el cine Fernando representaba el patriarca rígido e inquebrantable, pero lo insólito es que en la vida real su matrimonio de 30 años con la actriz Sagra del Río, no le permitió tener descendencia, a pesar que lo anhelaban muchísimo. Partió a los 86 años de un ataque al corazón en 1979.
Ещё видео!