EL FINAL
Consciente de que sus días están contados, Billy el Niño vuelve a Fort Summer. Su viejo amigo Pat Garrett es ahora el sheriff, pero a pesar de la antigua amistad que les une, Billy tiene un deber que cumplir.
El último western de Peckinpah no es su mejor obra dentro del género, pero supuso un bello homenaje -ejemplarizado en un brillante desfile de secundarios de la época de la edad dorada de los westerns de Hollywood- en el que no falta el personal y violento estilo de un director que dió tantas obras excelentes a las historias del lejano oeste. La leyenda de un sheriff que persigue incansable a un peligroso "fuera de la ley" cerró, brillantemente, una etapa dentro del género.
Sam Peckinpah en estado puro. El maestro se despidió del western con esta apasionante historia sobre los personajes de Billy el Niño y Pat Garrett.
Llenó la película con su inimitable estilo, el tratamiento de la violencia tan característico y los temas que se repiten en su obra: la amistad, la lealtad, la tragedia, los buenos viejos tiempos, el fin del viejo oeste, etc.
Excelentes interpretaciones con un gran James Coburn y un convincente Kris Kristofferson, sin olvidar las aportaciones de Jason Robards y Harry Dean Stanton.
La banda sonora de Bob Dylan juega un papel importantísimo en la película. El propio Dylan interpreta el personaje de "Alias" en la misma. A destacar la escena del duelo entre Billy y el hombre bizco, la fuga del personaje de Kris Kristofferson o la muerte del viejo con un tiro en el vientre, a la luz del amanecer, ante las lágrimas de su mujer. Bellísima, trágica y enormemente romántica.
Estas son las escenas finales de la película, con la muerte de Billy el Niño a manos de su amigo Pat Garrett

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