🔑 Tras meses de disputas legales y tensiones que culminaron con protestas frente al Congreso, Bernardo Arévalo tomó posesión como presidente de Guatemala justo después de la medianoche del lunes. A pesar de ganar las elecciones de agosto con una amplia ventaja, Arévalo y su partido enfrentaron desafíos jurídicos constantes por parte de la Fiscal General Consuelo Porras y otros poderes establecidos.

🔑 Arévalo, un académico progresista convertido en político e hijo de un exmandatario reformista guatemalteco, se enfrenta al desafío de abordar la corrupción arraigada en el país. Con escaso apoyo en el Congreso y Porras en su cargo hasta 2026, Arévalo ha manifestado que una de sus primeras acciones será solicitar la renuncia de la fiscal. Durante horas, sus seguidores esperaron la celebración de la investidura, incluso expulsando a la policía antes de exigir a los legisladores cumplir con los protocolos constitucionales sin más demoras.

🔑 El proceso de inauguración estuvo marcado por maniobras dilatorias y enfrentamientos verbales entre los miembros del Congreso, sumergiendo la sesión especial en el caos. Representantes internacionales, incluida Samantha Power de USAID y Luis Almagro de la OEA, ratificaron el reconocimiento de Arévalo como presidente y demandaron respeto por la voluntad popular, emitiendo un llamado a la calma y al compromiso con la democracia.

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