JESÚS: EL MEDIADOR; EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA
JUAN 14:6 Y PRIMERA DE TIMOTEO 2:5
Estos dos versículos expresan verdades fundamentales sobre el papel exclusivo de Jesucristo como el único camino a Dios y el único mediador entre Dios y los hombres.
1. Jesús como el único camino a Dios
En Juan 14:6, Jesús declara: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Esta afirmación muestra que Él no solo enseña sobre Dios o revela una verdad acerca de Él; Jesús mismo es el camino, la verdad y la vida. Él es el camino porque su sacrificio en la cruz abrió la puerta para que la humanidad pueda acercarse a Dios sin barreras (Hebreos 10:19-20). Como la verdad, Jesús revela plenamente el carácter y la voluntad de Dios (Juan 1:18). Y al afirmar que Él es la vida, Jesús señala que solo en Él podemos encontrar vida verdadera y eterna (Juan 11:25-26).
• Hechos 4:12 dice: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” Este versículo refuerza la idea de que Jesús es el único camino a la salvación; no existen otros medios de reconciliación con Dios aparte de Jesús.
• 1 Juan 5:11-12 también reafirma esta verdad: “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” Esto muestra que Jesús es la fuente exclusiva de vida eterna, en unión con Dios.
2. Jesús como el único mediador entre Dios y los hombres
1 Timoteo 2:5 establece: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” Este versículo revela la exclusividad de Jesús como mediador, el único que puede interceder entre Dios y la humanidad. La razón es que Jesús, siendo Dios y hombre a la vez (Filipenses 2: 6-8), entendió la condición humana y fue el único capaz de ofrecer un sacrificio perfecto por los pecados. Él asumió el rol de Sumo Sacerdote, intercediendo ante Dios por los hombres y reconciliándonos con Él (Hebreos 4:14-16).
• Romanos 8:34 dice: “Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” Este pasaje destaca que Jesús no solo murió por nuestros pecados, sino que también intercede continuamente ante Dios en favor de los creyentes, cumpliendo así su papel de mediador.
• Hebreos 9:15 afirma: “Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.” Aquí, se confirma el rol de Jesús como el mediador de un nuevo pacto, asegurando que su sacrificio en la cruz nos permite entrar en una relación de gracia con Dios.
Reflexión final
Estos versículos, junto con su respaldo bíblico, resaltan que Jesús es el único camino que nos lleva a Dios y el único mediador que puede interceder en nuestro favor. En una relación cercana y personal con Jesús, encontramos acceso directo a Dios y la vida eterna. Por su obra redentora y su intercesión, Jesús ofrece un puente entre Dios y la humanidad, invitándonos a una vida reconciliada y completa en Él.
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