El candidato presidencial republicano y ex presidente, Donald Trump, estaba a salvo el domingo después de lo que el FBI dijo que parecía ser un segundo intento de asesinato mientras jugaba al golf en su campo en West Palm Beach, Florida.

Jason Russell, ex agente del Servicio Secreto, dijo que si bien el atentado contra Trump en Butler, Pensilvania, el 13 de julio fue el resultado de un claro "fallo de comunicaciones", el domingo "la protección funcionó".

"No se pueden eliminar todas las amenazas", dijo Russell, señalando que el Servicio Secreto se enfrentó a limitaciones de mano de obra y recursos que ha estado tratando de remediar desde el primer intento de asesinato.

Las fuerzas del orden dijeron que los agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos localizaron y dispararon contra un hombre armado en unos arbustos cerca de la línea de propiedad que arrojó un rifle de asalto estilo AK-47 y fue detenido tras huir del lugar.

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