Recordamos nuestro viaje a Belem, un barrio de Lisboa a cinco kilómetros del centro de la capital portuguesa. Visitamos los monumentos de Belem y comemos pasteles de Belem.

Qué visitar en Belem - Lisboa.
Lejos del centro donde el Tajo se funde con el mar se encuentra el barrio de Belém.
Es una zona muy popular ya que cuenta con edificios emblemáticos de la arquitectura manuelina.
Belem está alejado del centro de Lisboa (5KM) por lo cual se puede ir en Coche, tomar el tranvía 15 en la estación de Cais do Sodré, el autobús de la línea 728 o en barco desde la estación fluvial.
Los monumentos de Belem más característicos son sin duda el Monasterio de los Jerónimos, La Torre de Belem y el Monumento a los Descubridores.


Historia de Belem - Portugal

Belém fue un municipio autónomo entre 1852 y 1885, cuando fue incorporado a Lisboa.
Belém por tanto es una Freguesia o Barrio de Lisboa.
Belém está ligada a los Descubrimientos, cuando Manuel I subió al trono en 1495.
Belem era el lugar de Lisboa en que se encontraban los astilleros y muelles de la ciudad, y desde allí salieron durante el siglo XV los viajes de descubrimiento de rutas marítimas a la India, África oriental y Brasil.
Aqui encontramos dos joyas imprescindibles de Lisboa: el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém.


Monasterio de los Jerónimos de Belém

Se encuentra sobre los restos de una antigua ermita fundada por Enrique el Navegante donde se cuenta que Vasco de Gama y su tripulación rezaron antes de viajar a la India.
Diseñado en estilo manuelino por el arquitecto Juan de Castillo, fue encargado por el rey Manuel I de Portugal para conmemorar el afortunado regreso de la India de Vasco de Gama.
El estilo manuelino se caracteriza por la mezcla de motivos arquitectónicos y decorativos del gótico tardío y del renacimiento.
Destacan los portales principal y lateral, el interior de la iglesia y el magnífico claustro.
En el Monasterio de los Jerónimos podemos encontrar las tumbas de varios monarcas portugueses, como Manuel I y su familia, Sebastián I, Catalina de Austria, Enrique I o personajes celebres como Vasco de Gama.
Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.
El precio de entrada es de 10€.

Torre de Belem:
Es una antigua construcción militar
Su construcción fue iniciada en 1516, bajo el reinado de Manuel I de Portugal
El monumento tiene las influencias islámicas y orientales, que caracterizan el estilo manuelino.
Sirvió como fortaleza y como puerto desde donde partieron los exploradores portugueses para establecer cuál sería el primer comercio europeo en la historia con China e India.
Cuando dejó de servir como defensa de invasores se utilizó como prisión, como faro y también como centro de recaudación de impuestos para ingresar en la ciudad.
En su estructura podemos observar dos elementos principales: la torre y el baluarte.
Antes de comenzar tu visita al monumento te recomendamos observar una curiosa maqueta del mismo que se encuentra a la entrada.
También es conocida como Torre de San Vicente, ya que fue erigida en honor a San Vicente Mártir, patrono de Lisboa.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.
El precio de entrada es de 6€.


Monumento a los Descubridores de Belem:
Monumento construido en 1960 para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante.
Tiene 52 metros de altura y celebra a los marineros, patrones reales y todos los que participaron en el desarrollo de la Era de los Descubrimientos.
El monumento tiene la forma de una carabela con el escudo de Portugal en los lados y la espada de la Dinastía de Avís sobre la entrada.
En el interior, en el sótano se encuentra una sala de exposiciones temporales.
También puedes subir al ascensor que te transporta hasta el piso superior, donde puedes encontrar un mirador.
El precio de entrada es de 6€.


Pasteles de Belem:
Son una de las especialidades típicas de la repostería portuguesa.
Los pasteles de Belém tienen origen en el siglo XIX cuando los frailes del monasterio de los Jerónimos comenzaron a fabricarlos como forma de vida.
Son una variedad particular del típico pastel de nata portugués que se puede encontrar en cualquier pastelería de Lisboa
Los pasteles de nata tienen el relleno hecho con nata, mientras que en los pasteis de Belém está hecho con huevo y azúcar, lo que le da un color amarillento, un sabor más marcado y una composición algo más densa.



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