La organización de naciones unidas definió en el año 2016, 17 objetivos de desarrollo sostenible, también conocidos como objetivos mundiales, con los que se pretende dar una orientación a las políticas públicas de cada país durante los próximos 15 años para avanzar como sociedad a nivel mundial. Estos objetivos se centran en esferas clave, incluidas la mitigación de la pobreza, la gobernabilidad democrática y la consolidación de la paz, el cambio climático y el riesgo de desastres, la desigualdad económica, la igualdad de género, el agua limpia y saneamiento universal y la reducción de las desigualdades; los cuales tienen directa relación con la igualdad de oportunidades entre todos los humanos, ya que todos tenemos el mismo valor, independiente del género, la nacionalidad, el dinero o las discapacidades que podamos tener.
Es así como nace el concepto de la inclusión social; ¿Sabemos realmente a que se refiere este concepto? ¿Qué es la inclusión? La inclusión social se entiende como un proceso que asegura que aquellas personas que están en riesgo de pobreza y exclusión social, tengan las mismas oportunidades y recursos necesarios para participar completamente en la vida económica, social y cultural; disfrutando un nivel de vida y bienestar que se considere normal en la sociedad en la que ellos viven

La inclusión social se preocupa especialmente por personas o grupos de personas que se encuentran en situaciones de carencia, segregación o marginación, entre ellos por temas de género, raza o etnia, capacidades físicas, psíquicas, acceso al agua, educación, entre otros.
El objetivo de la inclusión social es precisamente mejorar de manera integral las condiciones de vida de los individuos, para ofrecerles las mismas oportunidades educativas, laborales y económicas de las que disfruta el resto de la sociedad.
Una sociedad inclusiva, por tanto, dispondrá y habilitará mecanismos para asegurar la garantía de los Derechos Humanos, la dignidad y la ciudadanía activa de todas las personas que la componen, para permitir que todas las personas participen de la sociedad, reconociendo el mismo valor en cada una de ellas; para lograr esto, se han de promover proyectos de acceso al agua potable en barriadas, comunidades; apoyo a la participación de la mujer en la vida social, apoyo a la inserción laboral de jóvenes, apoyo a damnificados por catástrofes naturales, formación en el uso de nuevas tecnologías, etc.

¿Qué tienen en común la teletón y su compromiso de rehabilitación, las malas condiciones en que viven los reclusos de las cárceles chilenas, el rechazo que en algunos sectores provocan inmigrantes y las preocupantes cifras que denotan la invisibilidad de las personas en situación de calle? La necesidad de tomar consciencia e implementar la inclusión como base de toda actividad social
Un ejemplo claro de la inclusión social es la discapacidad: ¿Quiénes son las personas con discapacidad?
Son aquellas que tienen deficiencias físicas, mentales, sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.

Las mediciones realizadas en adultos y niños por el SENADI, permiten estimar que el 16,7% de la población de 2 y más años se encuentra en situación de discapacidad, es decir 2 millones 836 mil 818 personas.
La población con menor porcentaje de personas en situación de discapacidades es la que va de 2 a 17 años, con un 5,8%, es decir 229.904 personas; mientras que el grupo de mayor prevalencia corresponde a las personas de 60 años y más con un 38,3%.
Respecto al quintil de ingreso autónomo per cápita del hogar, la prevalencia de la discapacidad es mayor en los quintiles de menores ingresos. En los quintiles I y II se observan las mayores prevalencias, teniendo éstos un 25,5% de personas en situación de discapacidad respecto del total de personas pertenecientes al primer quintil. En contraste el quinto quintil se observa una clara diferencia con el resto de lo quintiles con un 12,4% de personas que se encuentra en situación de discapacidad.
Por último, cabe mencionar que el género con más porcentaje de personas con discapacidad es el género femenino con un 20,3%; en contraste al masculino de un 12,9%

Es decir, la situación de discapacidad está estrechamente relacionada con el envejecimiento de las personas y sus ingresos, y afecta en mayor proporción a las mujeres.

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