Los vecinos de las zonas aledañas a la plaza de Honduras de Valencia llevaban denunciando durante años una “perniciosa contaminación acústica” de noche y de día debido a la “excesiva concentración” de pubs, bares, cafeterías y restaurantes con una asistencia masiva de personas y vehículos, quejas que habían sido desatendidas por el Ayuntamiento.
Finalmente, la justicia les ha dado la razón, obligando al Ayuntamiento de Valencia a declarar la plaza Zona Acústicamente Saturada (ZAS), por lo que tendrá que tomar medidas.
«En Valencia hay varias zonas que están de moda por estar cerca de zonas de estudiantes y se concentran grandes cantidades de personas. El Ayuntamiento indebidamente autoriza demasiadas actividades de ocio y convierte lo que es un barrio residencial en una zona de ocio y de espectáculos públicos», declara a Confilegal el abogado que ha llevado el caso, Andrés Morey Navarro.
Morey destaca que «eso traslada una contaminación acústica al exterior muy importante, que impide a los ciudadanos disfrutar derechos tan básicos como el de la intimidad domiciliaria, del artículo 18 de la Constitución».
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