Tras las dos duras y emocionantes jornadas anteriores, hoy nos enfrentamos a una etapa más corta y monótona pero con un final en la Villa de Luarca de espléndidas vistas.

La Libreta del Peregrino#25:
7.45 a.m. Salgo del albergue tras desayunar. Voy por pistas asfaltadas cruzando pequeñas aldeas como Villamoros o Quintana. Me adentro en una zona boscosa en subida donde me encuentro con Ángeles y Juan (de Almería), les saludo, charlamos brevemente y continúo subiendo la rampa, por asfalto y junto a la autovía. Poco antes se encuentra la iglesia de San Miguel y el río Esva, el cual cruzamos junto a una zona de acampada con un bar. Vuelvo a cruzar la A-8 y ahora vamos por la derecha, atravesando más aldeas sobre asfalto. Paso junto a un huerto dónde hay un hombre que me recomienda entrar a Luarca por la zona del faro para disfrutar mejor de las vistas, así lo haré. Atravieso barriadas pequeñas de casa dispersas, voy en dirección a la atalaya, el faro, la iglesia y el cementerio, los cuales visito. Desde allí tengo unas maravillosas vistas del puerto, las playas y el pueblo entero. Son las 12:30, voy al albergue Villa de Luarca, que está abriendo en esos momentos, me ducho y voy a comer al puerto, lo hago de manera magnífica en el Restaurante Báltico, un menú impresionante (fabada+escalopines+natillas:15€). Por la tarde sigo visitando la otra parte de este maravilloso pueblo. La parada aquí sin duda, merece mucho la pena.

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