El 10 de noviembre de 1810 las Cortes españolas, reunidas en la Isla de León, acuerdan el IX Decreto que suprime la censura previa en las publicaciones y abre la puerta a la libertad de expresión en los territorios de la Corona Española. De manera inmediata empieza una proliferación de periódicos en San Fernando y Cádiz. Hasta 30 periódicos llegaron a publicarse.

Muchos de los diputados americanos, de vuelta a sus países, promovieron los periódicos y el uso de esa misma libertad.

Hoy, más doscientos años después, el mundo es mucho mejor gracias a esa libertad de expresión que los diputados de Cádiz vislumbraron. Pero informar, contar lo que sucede en las calles o los despachos de muchos países significa jugarse la vida. México es uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo, con dos periodistas muertos cada mes y cientos de ellos amenazados, como Lydia Cacho, Natividad Ambrocio o Gabriela Rasgado.

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