De la misma manera que una persona con una patología contagiosa no puede ir a trabajar, una persona con una patología psicológica no puede ir a trabajar. El motivo es el mismo. Necesita descansar y curarse y tenemos que proteger al resto del equipo para que no acabe contagiado por la misma patología o sufriendo las consecuencias de esa patología.
Un perfil psicopático, una persona narcisista o un perfil violento provoca muchos problemas de salud mental a su equipo.
La salud mental en el trabajo es cosa de todos. Es importante que dejemos de normalizar conductas o actitudes que toleramos por miedo a perder el trabajo. Es importante que las personas desequilibradas no acaben desequilibrando al resto de la plantilla, es importante que los perfiles inseguros o agresivos no acaben provocando que el talento se vaya de la empresa. Es importante que protejamos la salud mental y el talento de las personas que conforman una empresa.
Algunas personas, por su actitud, por su salud mental o por su personalidad, no pueden trabajar integradas en un sistema. Algunas de manera permanente, otras de manera temporal hasta que estén mejor.
Además, en algunos trabajos, este tema es especialmente sensible como todos aquellos en los que el usuario es un niño, una persona enferma o determinados colectivos vulnerables.
Sigo preparando una charla para profesionales que trabajan en el ámbito educativo tanto escolar como extraescolar.
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