El esquema vigente de fijación de precios de la gasolina en México es inadecuado, ya que en los últimos años el gobierno federal ha asignado recursos substanciales para subsidiar el consumo de este combustible y beneficiar a las familias de mayores ingresos. Para remediar este problema, se proponen dos cosas: (1) que el precio de la gasolina en México sea igual al precio internacional; y (2) en adición a dicho precio, fijar un impuesto de alrededor de $6/litro. Bajo este esquema, el gasto derivado del consumo de gasolina sería proporcional al nivel de ingreso de los hogares. A su vez, el impuesto reduciría los costos sociales asociados al uso del automóvil.

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