Alberto Chicote le pide a Sandra, propietaria de 'L'Orbayu', unas croquetas Chicote, mejillones al vapor, un cachopo de cerdo y manos del ministro Rajoy para degustar. Unos platos que las camareras tienen que descongelar en el microondas porque no tienen nada casero. Ni siquiera las croquetas que llevan el nombre del chef y al que ofenden. Esperanza, la madre de Sandra, da la razón al líder de 'Pesadilla en la cocina' y le confiesa que el verdadero problema que hay en el negocio son las camareras.
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