Una persona ha muerto y decenas de miles han quedado atrapadas en el desierto de Black Rock, en Nevada (EE UU), por las fuertes lluvias que han caído el fin de semana durante la celebración del festival anual Burning Man. La zona está a kilómetros de cualquier lugar habitado.
El sheriff del condado de Pershing, donde está ubicado el desierto, ha asegurado que la muerte se produjo durante un "evento de lluvia" el sábado, pero no dio detalles sobre la causa del fallecimiento o la identidad de la persona, según reza el comunicado.
En los vídeos difundidos en redes sociales se comprueba cómo el lugar se ha convertido en un enorme mar de barro que impide la entrada y salida de la zona. Las autoridades de Nevada calculan que unas 70.000 personas permanecían bloqueadas en el lugar el lunes, y pidieron a los asistentes que se refugiaran y conservaran alimentos y agua.
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