Madrid, 25 jul (efesalud.com). La oncóloga médica Lara Iglesias, del Hospital 12 de Octubre, elabora un vídeoblog efesaludable sustanciado con alimentos frescos y naturales que nos protegen contra el cáncer, las enfermedades cardiovasculares o la obesidad, ya que otras dietas, ricas en bebidas azucaradas, en proteínas, en alimentos precocinados o comida rápida, potencian el menú de patologías crónicas a base de infartos, diabetes y carcinomas.
"Las sustancias más importantes que pueden ser potencialmente cancerígenas y que se encuentran en la dieta de la población occidental, en el tabaco y en el medio ambiente, son básicamente tres: las nitrosaminas, las aminas heterocíclicas (AH) y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP)", informa la doctora.
Algunos estudios en animales habrían mostrado, según la European Prospectiva Investigation on Cancer (EPIC), que la aplicación frecuente de estos compuestos, en bajas dosis, produce mayor inducción química al cáncer que la aplicación en altas dosis a menor frecuencia.
En el proyecto EPIC también se analiza la relación entre la dieta mediterránea y la salud. Seleccionaron pacientes de edades entre 35 y 65 años de varios países europeos y se estudiaron sus hábitos de vida para ver qué tipo de enfermedades pueden relacionarse con sus costumbres culinarias.
"El contenido de estas sustancias es determinante en los alimentos y en la forma en la que los cocinamos" -reseña Lara Iglesias-, ya que las distintas maneras de preparar, cocinar y conservar la comida puede potenciar la intervención de los agentes cancerígenos.
"A nivel práctico, indica la oncóloga, debemos tener en cuenta algunas certezas sencillas de aplicar en los hábitos alimenticios de la población para eliminar dietas inadecuadas".
La prevención del cáncer se basa en las recomendaciones de la World Cancer Research Fund (WCRF):
Evitar el consumo de bebidas azucaradas, principalmente con azúcares añadidos. También se deben limitar los jugos de frutas.
Limitar o evitar alimentos de alta densidad energética -que exceden los 225 a 275 kcalorías por cada 100 gramos- como la comida rápida (hamburguesas, pizzas, etc.), productos precocinados, muy comercializados y fáciles de preparar.
Limitar el consumo de carnes rojas (bovinas, porcinas, ovinas y caprinas), además de carnes elaboradas o procesadas que para su conservación han sido saladas, curadas, ahumadas o se le han agregado conservantes químicos.
El consumo de carne se considera saludable hasta una cantidad de 500 gramos a la semana, con una mínima o ninguna proporción de carne procesada. Una mayor cantidad se puede relacionar con el desarrollo del cáncer colorrectal (neoplasias de colon, recto y apéndice).
Es peligroso un exceso en el consumo de sal. Una dieta excesivamente sabrosa se ha relacionado con el cáncer gástrico (esófago, estómago e intestino delgado).
Evitar los alimentos conservados en salazón o salmuera y los que tienen mucha sal. Prepare las conservas sin salarlos y no consuma alimentos elaborados con sal añadida para asegurar una ingesta menor a 6 gramos al día (2,4 g de sodio).
Si consume bebidas alcohólicas, no beba más de dos unidades diarias si es varón y no más de una si es mujer. Esta recomendación toma en cuenta el probable efecto protector del alcohol sobre la cardiopatía isquémica.
Debe evitarse incluso el consumo de pequeñas cantidades y abarca todas las formas de alcohol para consumo humano, ya se trate de cervezas, vinos, bebidas destiladas (licores), u otras. El factor decisivo es la cantidad de etanol consumida.
Las pruebas científicas demuestran que dosis altas de suplementos alimentarios pueden proteger contra el cáncer, pero también pueden causarlo. Es preferible, por tanto, aumentar el consumo de nutrientes, incorporando a la dieta habitual alimentos que los contengan.
Uno de los resultados del estudio EPIC, programa que todavía está en vigor, es que la dieta mediterránea nos protege ante enfermedades crónicas, como son las afecciones cardiovasculares, la diabetes por aumento de peso y la mayoría de los tipos de cáncer.
"Tenemos que potenciar alimentos en nuestra dieta que nos ayuden a protegernos contra el cáncer, como son los alimentos vegetales", aconseja la doctora Lara Iglesias.
Se considera saludable el consumo 600 gramos diarias de frutas y hortalizas no feculentas de colores diversos (rojas, verdes, amarillas, blancas, moradas y anaranjadas) y en particular productos a base de tomate y de vegetales como el ajo.
Para la oncóloga, como para el resto de profesionales de la salud, "hay que intentar mantener un peso sin llegar a la obesidad, es decir, alimentarnos con una dieta saludable, como la mediterránea, y hacer ejercicio físico durante al menos 30 minutos al día", concluye.
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