La tecnología de tracción total Mazda i-Activ ayuda a ofrecer una experiencia de conducción segura, divertida y de bajo consumo en cualquier condición de la carretera. Con 27 sensores situados en el interior y alrededor del habitáculo, nuestro sistema AWD monitoriza en tiempo real la carretera, la intención del conductor y las condiciones externas, como la temperatura o las precipitaciones.

Basándose en esta información, el par se distribuirá entre las ruedas delanteras y traseras según sea necesario, y como el sistema es predictivo, se realizan los ajustes necesarios antes de que se produzcan deslizamientos u otros problemas.

El sistema i-Activ AWD también funciona perfectamente con la tecnología G-Vectoring Control Plus de Mazda, que permite girar con suavidad incluso en condiciones difíciles. El Mazda CX-5 dispone de un modo especial off-road para terrenos especialmente difíciles. Conduce con seguridad, incluso en carreteras heladas o de grava.

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