Dentro de la Iglesia de Cristo queramos o no queramos siempre habrá, diferencias entre hermanos y hermanas, pero estas diferencias, deben ser tratadas bajo el claro entendimiento de la palabra de Dios, y en un espíritu de amor y unidad, para edificación de la iglesia y no para división y mucho mas si son cosas debatibles o periféricas. Peinado, vestido, maquillaje, color de la pared, de la alfombra. Etc.
En cambio la misma palabra de Dios, en otras áreas como el pecado y las doctrinas fundamentales nos manda a ser firmes. El evangelio de la gracia no lleva al libertinaje, tampoco al legalismo. Y son muy claros los puntos, y que debemos obedecer sin quejarnos porque son una orden directa de Dios, y no son negociables.
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