"El fuego en tu corazón no se apagará porque Dios está contigo. Cumple tu llamado y vive el propósito que Él tiene para ti."

Dios tiene un propósito para cada persona, y un encuentro con Él puede revivir sueños olvidados o apagados debido a errores, fracasos o desilusiones. Este mensaje se basa en la historia de Moisés en Éxodo 3, cuando Dios lo llama desde la zarza ardiente para cumplir su destino como libertador de Israel.

Puntos clave:
El contexto de Moisés:

Moisés, criado como príncipe de Egipto, huyó tras cometer un error al matar a un egipcio.
Se refugió en el desierto, llevando una vida ordinaria como pastor, lejos de su propósito original.
La zarza ardiente:

Dios utiliza lo extraordinario (la zarza que ardía sin consumirse) para llamar la atención de Moisés.
La zarza simboliza la opresión de Israel en Egipto, y el fuego representa la presencia de Dios que no consume ni destruye.
El mensaje de Dios a Moisés:

Dios le asegura que no ha olvidado su propósito para Israel y para Moisés.
El fuego del llamado divino en el corazón de Moisés, aunque parecía apagado, sigue vivo porque Dios está con él.
Aplicación personal:

Todos tenemos un propósito más grande en la vida, que muchas veces olvidamos o dejamos atrás por fracasos o dudas.
Dios llama a las personas a dejar atrás el pasado, avivar la pasión por su propósito y abrazar su vocación divina.
Conclusión:
Un encuentro con Dios es un encuentro con el destino. Es tiempo de escuchar Su llamado, responde con fe y deja que el fuego de su propósito vuelva a arder en el corazón.

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