Matrimonio Negrete-Félix
La boda fue enorme y multitudinaria con más de cuatrocientos invitados, ochenta fotógrafos y setenta periodistas que transmitieron la boda por radio a toda Latinoamérica. El regalo de bodas de Jorge Negrete fue un espléndido collar de esmeraldas que más adelante provocaría un escándalo. El matrimonio duraría muy poco porque el mito mexicano estaba ya muy enfermo.
Dentro de casa, la pareja era muy diferente. Negrete era sencillo, pacífico, tierno aunque apasionado en la alcoba… siempre y cuando se guardara silencio a la hora de la intimidad, como asegura la actriz en su biografía: "Para él era indispensable guardar silencio. Con él aprendí que no se debe decir nada en la alcoba porque en ese momento de inspiración y confianza las palabras están de sobra y cualquier indiscreción puede ser usada más tarde contra el amante que se fue de la lengua".
Vivían en la Finca de Capiotato, que gozaba de 14.500 metros cuadrados de jardín y seiscientos árboles frutales. Además de árboles María coleccionaba perros callejeros y serpientes de cascabel en el jardín, tenía 80 que le había ido mandando Diego Rivera desde Oaxaca.
Mientras disfrutaban de este entorno increíble, la hepatitis de Negrete degeneró en cirrosis. Lo curioso es que es jamás había tomado una copa de alcohol. Su hepatitis era viral y murió poco tiempo después. Murió el 6 de diciembre de 1953.
El entierro de Negrete fue tan espectacular como su boda con María. Hubo duelo nacional. Según la Félix el más hermoso recuerdo que Negrete le dejó fue su dedicación en el libreto de El Peñón de las Ánimas, para reparar su antigua ofensa. Sin embargo, también le había dejado el collar que le regaló el día de su boda. David Negrete, hermano del difunto, pidió que María Félix devolviera el collar de esmeraldas porque Jorge no lo había pagado. María, después de algunas vueltas y circunloquios decidió pagar el collar y seguirlo usando.
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