La coronación de espinas es un acontecimiento sin antecedentes - además de Cristo- en la historia de la humanidad. Los evangelios nos narran que luego de ser azotado, los soldados trenzaron una corona de espinas y se la colocaron en la cabeza a nuestro amado Redentor. Éste sufrimiento fue uno de los más dolorosos para nuestro Señor ya que, la corona de espinas le estuvo atormentando, hasta el momento de su muerte. Venga pecadores, -dice Jesucristo- a contemplar lo que sus pecados me han hecho, y como yo, por amor a ustedes he sufrido.
