Escucha este relato verdadero tomado del libro de "Sombras y susurros" de los arqueólogos del INAH. Este relato se da en un campamento arqueológico del monte Tláloc en el estado de México donde las culturas prehispánicas (aztecas y mayas) sacrificaban niños para garantizar la lluvia para tener una buena siembra. ¿Crees que los espíritus de los niños sacrificados permanezcan en el lugar donde murieron?
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