Desde hace algún tiempo los grandes fondos de inversión están creciendo a un ritmo vertiginoso, manejando actualmente más recursos que la mayoría de los países del mundo. Lo complicado es que en virtud de la manera en que funcionan, invirtiendo en compañías de todos los sectores con dinero de sus inversionistas, llegan a manejar las grandes corporaciones sin que los aportantes de los fondos tengan opción alguna de influir en la dirección de esas empresas que las gestoras de los fondos manejan a su criterio.
Resulta además inquietante constatar que los grandes fondos participan, en situaciones que a veces rozan el dominio, en la mayoría de las compañías que cotizan en bolsa, en empresas que en muchos casos son competencia en un mismo sector. Y para complicar todavía más la situación, se puede observar cómo esas grandes gestoras de fondos son accionistas unas de las otras, en forma a menudo reciproca.
Se puede intuir un cambio en los equilibrios de poder an favor de unas entidades que no están sujetas a controles públicos, pero que tienen ahora mismo ya más poder que la mayoría de los estados nacionales. ¿Es ese escenario el conveniente para el futuro?
Ещё видео!