En el “Retrato doble de marido y mujer” (1523), una de las obras más enigmáticas de Lorenzo Lotto, el marido sostiene un mazo de cartas, un símbolo que ha sido interpretado como representación de la incertidumbre o el azar en la vida matrimonial. A su lado, la esposa sostiene un perrito pequeño, símbolo tradicional de fidelidad y lealtad. Este contraste entre los objetos refleja un posible conflicto o tensión en la relación, mostrando la habilidad de Lotto para integrar elementos simbólicos con una profundidad psicológica inusual en su época, lo que lo convierte en uno de los pintores más innovadores del Renacimiento.

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