La vida suele suceder mientras vivimos y si no prestamos atención nos vamos a perder de eventos eternos. Y es que a veces nuestro objetivo en la vida nada tiene que ver con el objetivo que el Señor tiene para nosotros; lo que creemos que es nuestro fin, nuestra meta, en realidad puede no ser la meta de Dios y Él nos enviará a sitios insospechados simplemente para enseñarnos cosas durante el trayecto. Si aprendemos a vivir el día a día disfrutando del camino con enfoque, intencionalidad y señorío, habrá valido la pena la jornada.
Ещё видео!