El 7 de diciembre de 1585, en pleno fragor de la Guerra de los Ochenta Años, los Tercios Españoles, bajo el mando del maestre de campo Francisco Arias de Bobadilla, se encontraban atrapados en una situación desesperada en la isla de Bommel, en los Países Bajos. Las fuerzas españolas, rodeadas por un enemigo superior en número, sin víveres y sometidas al implacable frío del invierno, parecían destinadas a sucumbir. Sin embargo, lo que sucedió en aquella gélida noche dejó una huella imborrable en la historia de España.
El ejército holandés, comandado por filibusteros experimentados y respaldado por una poderosa flota, creyó que tenía asegurada la victoria. Decidieron abrir los diques y anegar la isla, obligando a los soldados españoles a agruparse en una pequeña colina coronada por la Iglesia de Empel.
Mientras cavaban trincheras en el suelo helado, uno de los soldados encontró un objeto inesperado: una tabla con una imagen de la Virgen María, representada como la Inmaculada Concepción. Este hallazgo fue interpretado como una señal divina. El ánimo de los soldados cambió, y su fe los llenó de esperanza en medio de la adversidad.
Esa misma noche, un fuerte viento gélido descendió sobre el río Mosa, congelando las aguas que habían inundado la isla. El milagro fue evidente: las tropas españolas, que parecían condenadas, ahora podían caminar sobre el hielo para atacar al enemigo. Al amanecer del 8 de diciembre, los soldados del Tercio aprovecharon la ventaja que les había dado el hielo y lanzaron una ofensiva inesperada. Los barcos holandeses, atrapados en el hielo, quedaron inservibles, y las tropas enemigas, incapaces de reaccionar, fueron derrotadas. El comandante holandés, asombrado por lo ocurrido, exclamó: “Esto parece un milagro; parece que Dios es español”.
Muchos años después, el 12 de noviembre de 1892, la Reina Regente María Cristina de Habsburgo, a petición del Inspector del Arma de Infantería, proclamó oficialmente a la Inmaculada Concepción como la patrona de la Infantería Española. Este reconocimiento formalizó una tradición que había nacido en aquel frío invierno de 1585, durante la Batalla de Empel.
Desde entonces, cada 8 de diciembre, la Infantería Española celebra con solemnidad a su patrona, recordando no solo su milagrosa intervención, sino también los valores que encarnaron los Tercios en aquel momento crucial: la fe en lo imposible, la unidad frente a la adversidad y el honor de defender lo que es justo.
Fuentes:
- La Razón: [ Ссылка ]
- Tradición Mariana en España: Reconocimiento oficial de la Inmaculada como patrona en 1892.
-Ejército Español: Historia de la Batalla de Empel y la proclamación de la Inmaculada Concepción.
Ещё видео!