Maya, una joven mexicana, cruza la frontera para reunirse con su hermana mayor, Rosa (30) que trabaja como limpiadora en un rascacielos del centro de Los Angeles, sede de importantes empresas.
Las dos hermanas mantienen una estrecha relación que vendrá a distanciar Sam, un inteligente y anárquico activista americano, que forma parte de una dinámica y novedosa campaña reivindicativa. Tienen un slogan "Sin Justicia no hay Paz", y desarrollan una pacífica pero muy imaginativa campaña estilo "guerrilla" para el reconocimiento del sindicato de limpiadores frente a las grandes empresas de contratación y a los poderosos dueños de rascacielos.
Sam irrumpe en las vidas de Maya y Rosa retándoles a luchar por la dignidad en el trabajo, pero esto les expone a peligros que amenazan no solo su medio de vida sino a su familia. Y que pueden significar la expulsión del país.
Sam se siente atraído por el espíritu libre y la vulnerabilidad de Maya. Ella se siente atraída por la resolución y el ingenio de Sam, pero rechaza su irresponsabilidad que pone en riesgo a los que le rodean.
La cada vez más tensa situación laboral y personal de ambos les conduce a una intensa relación con consecuencias tan hermosas como terribles. La lealtad y la traición están separadas por una delicada membrana: la creencia en la posibilidad de que las comunidades más marginales de Los Angeles se organicen para luchar contra los poderosos.
