En Romanos 6:17-18, Pablo describe la transformación desde ser esclavo del pecado hasta convertirse en siervo de la justicia. De la misma manera que hay una gran diferencia entre el pecado y la justicia, las palabras esclavo y siervo no son sinónimas. El proceso de conversión implica una obediencia genuina, es decir, obedecer de corazón y no solo de labios. Mediante la obediencia alcanzamos ser liberados del pecado.
Ещё видео!