La etapa reina de la edición de 1998 fue, sin duda, una de las grandes etapas de la historia de la Vuelta a España. Y no solo por la dureza orográfica de sus 206 kms con sus seis puertos puntuables (Navacerrada 1ª, Morcuera 1ª, Cotos 2ª, Los Leones 1ª, Los Ángeles de San Rafael 3ª y meta en Navacerrada 1ª), ni tampoco por las dantescas condiciones climatológicas en forma de lluvia, viento, niebla y temperaturas rozando los cero grados en la cima de los puertos.
Lo fue, sobre todo, por la combatividad desde muy distintos frentes de un elenco de favoritos más amplio de lo normal a estas alturas de Vuelta a España.
Y es que la falta de montaña que tuvo hasta este punto aquella Vuelta nos había dejado una clasificación anormalmente abierta (hasta 11 corredores separados en menos de cinco minutos) y con un líder (Abraham Olano) cuya persistente vulnerabilidad en montaña animó las esperanzas de victoria final de incluso sus rivales más alejados de una general que se encontraba tal que así:
1º Olano (Banesto) 83h14'13"
2º Jalabert (ONCE) a 22"
3º Chava (Banesto) a 31"
4º Escartín (Kelme) a 37"
5º Heras (Kelme) a 2'05"
6º Zülle (Festina) a 2'12"
7º Clavero (Vitalicio) a 2'17"
8º A.Gonz.de Galdeano (Euskaltel) 3'03"
9º Armstrong (US Postal) a 3'20"
10º Castelblanco (Avianca) 4'24"
11º Virenque (Festina) a 4'52"
Hasta ese día la narrativa de la carrera había sido una lucha entre bloques con Banesto y Kelme como principales protagonistas en lo deportivo y entre Olano y el Chava como actores principales en lo mediático.
Una trama en la que, hasta entonces, fueron recurrentes las escenas de los Kelmes moviendo infructuosamente cielo y tierra en una montaña escasa contra un Olano débil pero fuertemente protegido por un Banesto potentísimo y con el Chava Jiménez operando como electrón libre sacando tajada tanto de su superioridad en montaña como de su ventajosa posición como compañero de equipo del líder para aprovechase del trabajo de los Kelmes hasta colocarse, también a él, con opciones reales de victoria.
Pero también tenía muchas chances un Jalabert cada vez más cercano al amarillo gracias a las bonificaciones y a los pancartazos de último kilómetro en los puertos. Tampoco podíamos olvidarnos de un Zülle que, como el resto de su equipo Festina, fue entonándose conforme la carrera fue avanzando hasta llegar a la semana final a pleno rendimiento. Como tampoco podíamos obviar a un número importante de rivales hasta entonces agazapados pero con aviesas intenciones gracias su peligrosa cercanía en la general (¡entre ellos nada menos que Lance Armstrong!)
Así la batalla se desarrollará desde el primer puerto, en una dramática lucha, tanto individual como colectiva, en donde la emoción, el drama, las alternativas, las muy distintas situaciones de carrera, la meteorología, las apariciones y hundimientos de algunos protagonistas y las cambiantes alianzas entre unos y otros serían una constante y harían muy incierto el desenlace final. Tanto que el FACTOR SUERTE, en forma de detalle mínimo, jugó un papel TRASCENDENDAL en el resultado final de esta emocionante trama cuyo vídeo abarca DESDE EL PRIMERO DE LOS PUERTOS en un alarde no solo deportivo sino también técnico gracias a los responsables de TVE que hicieron posible la emisión a pesar de lo extremas que fueron las condiciones meteorológicas.
¡Que lo disfruten!
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