El río Bermejo presenta un recorrido extremadamente sinuoso. Amadeo Baldrich, quien navegó este río en 1884 y a quien debemos algunos de los numerosos relatos de la presencia de la nutria gigante en su cauce, lo describió como “un río tortuoso con curvas caprichosamente fantásticas”.
Además, al no estar represado, el Bermejo aún presenta crecientes periódicas y muy notables, que lo hacen cambiar de curso regularmente. Es así que estas curvas de su cauce, los “meandros”, pueden quedar aisladas y convertirse en “lagunas en herradura” que quedan desconectadas del Bermejo pero que pueden volver a unirse en la próxima creciente.
Las nutrias gigantes utilizan mucho estas lagunas en herradura y pasan de una a otra utilizando el cauce principal del río. A Teuco lo encontramos en la laguna El Breal, pero al no tener más registros de su presencia, un equipo de Rewilding Argentina realizó una travesía de cuatro días en kayac por el Bermejo. En sus costas barrosas encontramos huellas de una nutria gigante, seguramente Teuco, que ahora se desplaza por este sector.
Aumentar el control sobre El Bermejo y fortalecer actividades de ecoturismo de observación de fauna en el mismo, seguramente contribuirá a alejar la pesca y caza furtiva que hoy son tan comunes en su cauce. Para proteger a Teuco, a Qaramta y a toda la maravillosa vida silvestre del Impenetrable chaqueño.
