La reciente decisión del Congreso de la República de derogar parte del reglamento de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) ha generado indignación entre los taxistas formales. Esta medida elimina la necesidad de autorización por parte de la ATU para que los taxis por aplicativo operen, trasladando la responsabilidad de la regulación al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Para discutir este tema, Buenos Días Perú, dialogó con Genero Aldave Rebaza, presidente de la Asociación de Taxistas de Lima.

COMPETENCIA DESLEAL

"Estoy indignado. La ATU se está lavando las manos y ha dejado la regulación de los taxis por aplicativo en manos del MTC. Esto significa que los fiscalizadores ya no abordarán la informalidad del taxi en Perú, perpetuando el caos, el tráfico y la competencia desleal", indicó.

Aldave menciona que ha realizado estudios comparativos sobre la regulación de taxis por aplicativo en otros países como España y Argentina, donde las plataformas están más estrictamente reglamentadas. Estos países requieren oficinas presenciales en cada ciudad, seguros adicionales y una revisión técnica más rigurosa, SOAT de servicio público, que cubre a todos los pasajeros y un equipamiento obligatorio: botiquín, extintor, llanta de repuesto, láminas de seguridad. Genaro Aldave critica que los conductores de taxis por aplicativo no cumplen con estos requisitos y que las plataformas solo actúan como intermediarios sin asumir responsabilidad.

"Las tarifas son determinadas por los pasajeros y pueden ser extremadamente bajas, como 4 o 5 soles. Esto fomenta la entrada de conductores sin experiencia y la explotación laboral, ya que trabajan largas horas sin la seguridad de poder mantener su vehículo a largo plazo", agregó.

Aldave Rebaza enfatiza que los taxistas formales no están en contra de la tecnología ni de los aplicativos, sino de la falta de regulación que permite prácticas abusivas. Recuerda que en el pasado, los servicios de aplicativo eran más caros y seguros porque se seguían estrictos procesos de selección y capacitación de conductores.

"El problema no es el aplicativo, sino la falta de regulación que permite tarifas arbitrarias y competencia desleal. Necesitamos un marco regulatorio que equilibre la modernidad con la seguridad y la justicia para todos los conductores y pasajeros", concluyó.

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