Cuenta la tradición que un labrador manchego, encontró en sus tierras lo que parecía la cabeza de una muñeca de madera y pensando en su hija se la guardo en el bolsillo perdiéndola por el camino, casualmente al día siguiente volvió a encontrarla asegurándose esta vez de liarla y meterla en una talega bien atada, a pesar de todo la pequeña efigie volvió a perderse encontrándola el labrador y perdiéndola tres veces más de forma idéntica.
Este extraordinario hecho se considero por las pobres gentes de aquellos llanos como una señal de la Virgen Santísima, levantando ellos mismos en aquel lugar una humilde ermita, originando asi el nacimiento del culto a Nuestra Señora de los Llanos.
Tan grandes eran los milagros que acontecían en torno a la imagen y tan rápido se difundió su culto que fue trasladada al cercano convento franciscano de los Llanos para ser alabada en condiciones. Sin embargo las autoridades eclesiásticas empezaron a considerar casi una herejía que aquel tosco y frágil trozo de madera fuese adorado como la Madre de nuestro Señor, sustituyéndola por una nueva imagen cuyo cuerpo no era mas que un "meriñaque" de madera cubierto por un manto. Aquel cambio ofendió a los fieles hasta el punto de querer linchar al mayordomo de la Virgen por permitir semejante ultraje, el corregidor de la villa mando intervenir violentamente contra los lugareños provocando el recelo y el abandono casi total de la devoción a la Virgen de los Llanos.
Un nuevo gran milagro obrado por la Virgen en la persona de "Blasillo", un inválido de nacimiento atrajo nuevamente a sus devotos, no defraudándoles en sus peticiones la Virgen de los Llanos ni una sola vez a lo largo de los años.
En 1835 la Virgen se traslado a la Catedral de Albacete entregando su guardia y custodia a una piadosa familia apodada los Cachorros.
El 19 de noviembre de 1936 fue parcialmente destruida como consecuencia de la Guerra Civil y en su posterior restauración se descubrió con sorpresa que había un tosco y frágil trozo de madera junto con un documento que decía: " Esta es la cabeza de la Virgen de los Llanos principio de su devoción, en esta casa suya y por ser materia flaca se hizo un cuerpo y una cabeza de madera, año 1631".
La actual imagen que fue coronada en 1956 es de estilo renacentista, en ella destaca su dulce mirada hacia el cielo, posee las manos en actitud de oración y la figura de un niño a la altura del hombro, bajo sus pies hay una media luna y unos ángeles plateados de rodillas.
Cada 28 de mayo se pueden contemplar las antiguas reliquias de la talla primitiva que la imagen guarda en su interior a modo de vasija.
El sentimiento que la milagrosa Virgen de los Llanos desprende ante su altar en la bella Catedral de Albacete hace comprender a quien la visita que hasta entonces no lo había visto y vivido todo.
Mis agradecimientos para Dª Ana Burgos Serna, D. Gabriel Cebrián Cebrián y las Hermanas Javerianas de Valencia.
¡¡¡ VIVA LA VIRGEN DE LOS LLANOS!!!

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