El desafío de la filosofía se ha desplazado de la metafísica a la inmanencia: al aquí y al ahora. Ha sustituido la narrativa del más allá al relato de construir un futuro mejor que el presente.
La clave está en esto: ver en el lenguaje un instrumento, y no una representacion.
Abandonar la imagen especular del lenguaje -como si fuera el espejo del mundo-, y asumir que es una herramienta: nos permite hacer cosas, y mejorar el mundo con el que tenemos que habérnoslas, para que el futuro sea más justo que el presente que nos tocó conocer.
Ещё видео!