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¿A qué esperas? Antes de que apareciera la imprenta los libros se escribían ¡¡¡A mano!!!
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Hola amigos bienvenidos a un nuevo vídeo de… ¡Happy Learning!
¿Alguna vez os habéis fijado en la cantidad de libros que hay a nuestro alrededor? De aventuras, de juegos, de animales, de adivinanzas… Hay tantos y ¡tan bonitos..! Pues quizás estos libros no hubieran existido si no fuera por una máquina maravillosa que inventó Johannes Gutenberg en el siglo XV… ¡La Imprenta!
Hoy en la serie, grandes inventos que cambiaron la historia, vamos a conocer... ¡LA IMPRENTA!
Bueno, la verdad es que la imprenta no la creó una sola persona, fue algo que fue tomando forma a lo largo de los años y con la aportación de muchos creadores… como casi todos los grandes inventos! Aunque eso sí la fama se la llevó… ¡¡¡Gutenberg!!!
Antes de que apareciera la imprenta los libros se escribían a mano y luego se iban copiando uno a uno, ¿os imagináis tener que copiar un libro entero? Como se tardaba tanto en copiarlos y se necesitaba mucho trabajo los libros eran muy caros y solo los podían comprar las personas que tenían mucho dinero. La educación y la cultura no llegaba a todo el mundo y la mayoría de la gente era analfabeta, no sabía leer.
La imprenta es una máquina que sirve para hacer libros de una manera rápida, pero la primera idea de algo parecido surgió en China en los siglos IV y V. Los chinos inventaron la “Xilografía”, que consistía en una plancha de madera en la que se tallaba un texto o un dibujo. Esa plancha se impregnaba con tinta y se apoyaba sobre seda o papiro. Muy ingenioso! Pero era muy difícil tallar tooodo un texto en madera y, además, se podían hacer pocas copias porque se desgastaba muy pronto.
Cientos de años más tarde, en el siglo XI, también en China, a un señor llamado Bi Sheng, se le ocurrió que si fabricaba en arcilla una por una las letras, las podía mover, intercambiar y reutilizar para escribir distintas palabras. Otro gran paso! Pero el sistema todavía no era muy práctico… las letras de arcilla se rompían con facilidad y la verdad es que no tuvo mucho éxito.
Pero en el siglo XV llegó un orfebre alemán y creó la máquina que revolucionaría el mundo entero…
Johannes Gutenberg, que así se llamaba el genio, hizo moldes de madera de las letras y los rellenó con plomo. Fabricó muchas letras y las metió en un soporte formando las palabras.
Esos soportes los fijó a una vieja prensa de uva, los empapó de tinta y … ¡tachán! ¡Nació la imprenta! Ahora sí se podían fabricar muchos libros en poco tiempo y mucho más barato!
Gracias a este genial invento todo el mundo pudo aprender a leer y así la sociedad se hizo más culta y educada.
Por supuesto que esta máquina se fue perfeccionando cada vez más y ahora los libros salen de imprentas mucho más sofisticadas y algunos… ni siquiera necesitan imprimirse, como los de Happy Learning.
Pero si no fuera por esa primera imprenta de Gutenberg… a lo mejor, esta noche no te podrías dormir leyendo ese cuento que tanto te gusta... ¿lo habías pensado?
¡Adiós amigos! Hasta un nuevo vídeo de… ¡Happy Learning tv!
