Hola amigxs y familiares, estoy muy agradecida por tanta calidez y tanto apoyo recibido por parte de ustedes, gracias por tanto amor. 💜🙏💫
En el 2016 les platiqué la historia del nacimiento de Edén (cuyo relato ya no encuentro por cierto), ahora les platicare la historia inesperada de nacimiento de nuestro nuevo integrante.
Estaba recién entrando a la semana 39, mi fpp (fecha probable de parto) era 5 de octubre, pero mi intuición muy fuerte desde el principio del embarazo me dijo que nacería el 29 de septiembre, aún sabiendo eso y estando anotado en la agenda de nuestra partera como "fecha intuitiva" nos agarró de sorpresa.
Eran las 12:30 am del 29 de septiembre cuando empecé a sentir contracciones no tan fuertes, durante el día no había sentido nada, así que supuse que eran las de braxton hicks (de falso parto), a las 12:46 am comencé a monitorear la frecuencia de las contracciones con una app y ya estaban como dice la regla 5,1,1 (durante 1 min cada 5 min durante 1 hora) aunque en realidad no alcancé a monitorear durante 1 hora completa pues a la 1:15 am fui al baño a evacuar y note un poco de sangre al limpiarme, ¡ya estaba dilantado!
1:36 am aviso a Gaia nuestra amorosa partera que ya se viniera, pues sentía que ya estaba cerca.
Puse la lista de canciones que había preparado para recibir a bebé y el humificador con esencia de menta ya estaba trabajando desde horas antes. La luz ya era tenue y la temperatura del ambiente era perfecta.
Y entonces las olas comienzan a sentirse más intensas y más frecuentes, me vuelvo una ola en la pelota de parto, la bailo y la canto, las vibraciones de mi voz parecían de otro plano.
"Déjate llevar", era la frase que practiqué en autohipnosis para entrar en trance con facilidad.
Mientras papá anda corriendo por toda la casa ajustando la manguera para cuando llegara la alberca de partos, Edén que ya estaba dormido salió de su habitación y se acuesta atento en el sillón al escuchar los cantos, para luego acompañar las respiraciones de mamá en postura de loto.
Ya ni sé que hora es, me bajé de la pelota al suelo, papá coloca una toalla mientras yo en posición de 4 puntos me quito el vestido y le pido que me quite los calzones. Ya se iba por algo más pero le dije que se quedará pues sentía una necesidad de pujar con cada ola, por unos segundos me tensé y sentí miedo, él me sostuvo y me recordó que tenía que hacer todo lo contrario, "Déjate llevar" y con una sonrisa cambié a postura de rana donde el portal se abrió dándole la bienvenida ecstatica y amorosa a esta encarnación. Salió disparado, como si se estuviese deslizando por un tobogán, papá lo recibió a las 2 am.
Así es como tuvimos un parto libre, amoroso, respetuoso, íntimo y sin asistencia.
2:20 am llegó Gaia a recibir a la hermana placenta, y a cuidarnos con su medicina y sabiduría ancestral.
Al día siguiente el abuelo fuego nos ayudó en el ritual de separación de Einár y su compañera placenta, cortamos entre todos el cordón y ahora todo está enterrado en una bella planta de mango que nos regalaron.
Así es como pasó y no, no fue suerte. Estuve meses estudiando, practicando, entrenando mente, cuerpo y sanando traumas, emociones, navegando el inconsciente para traer las sombras a la luz de la consciencia, empoderandome, re-programandome, quitando miedos y condicionamientos.
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